[vc_section full_width=»stretch_row» woodmart_bg_position=»center-center» css=».vc_custom_1604580625900{padding-top: 6vh !important;background-image: url(https://laprodu.es/wp-content/uploads/2020/11/vertical-line-bg-left.png?id=) !important;background-position: 0 0 !important;background-repeat: repeat !important;}» mobile_bg_img_hidden=»no» tablet_bg_img_hidden=»no» woodmart_parallax=»0″ woodmart_gradient_switch=»no» woodmart_disable_overflow=»0″ el_class=»mobile-bg-img-hidden»][vc_row css=».vc_custom_1553525122710{padding-top: 6vh !important;padding-bottom: 4vh !important;background-image: url(https://www.laprodu.es/wp-content/uploads/2021/04/camping-footer-bg.jpg) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}» woodmart_parallax=»0″ woodmart_gradient_switch=»no» row_reverse_mobile=»0″ row_reverse_tablet=»0″ woodmart_disable_overflow=»0″ mobile_bg_img_hidden=»no» tablet_bg_img_hidden=»no»][vc_column woodmart_color_scheme=»light» woodmart_text_align=»center» css=».vc_custom_1553336899770{padding-top: 0px !important;}» woodmart_parallax=»0″ parallax_scroll=»no» woodmart_sticky_column=»false» offset=»vc_col-lg-offset-3 vc_col-lg-6″ mobile_bg_img_hidden=»no» tablet_bg_img_hidden=»no» mobile_reset_margin=»no» tablet_reset_margin=»no»][vc_single_image image=»1139″ img_size=»medium» alignment=»center» css=».vc_custom_1619768783784{margin-bottom: 20px !important;}» parallax_scroll=»no»][vc_raw_html css=».vc_custom_1619908965132{margin-bottom: 20px !important;}»]JTNDdWwlMjBjbGFzcyUzRCUyMmlubGluZS1saXN0JTIwbWFpbi1uYXYtc3R5bGUlMjIlM0UlMEElMjAlMDklM0NsaSUzRSUzQ2ElMjBocmVmJTNEJTIyYWxmb25zb21vcmElMjIlM0VJTklDSU8lM0MlMkZhJTNFJTNDJTJGbGklM0UlMEElMjAlMDklM0NsaSUzRSUzQ2ElMjBocmVmJTNEJTIyYmlvZ3JhZmlhLWFsZm9uc28tbW9yYSUyMiUzRUFMRk9OU08lMjBNT1JBJTNDJTJGYSUzRSUzQyUyRmxpJTNFJTBBJTIwJTA5JTNDbGklM0UlM0NhJTIwaHJlZiUzRCUyMmRpc2NvZ3JhZmlhLWFsZm9uc28tbW9yYSUyMiUzRURJU0NPR1JBRiVDMyU4REElM0MlMkZhJTNFJTNDJTJGbGklM0UlMEElMjAlMDklM0NsaSUzRSUzQ2ElMjBocmVmJTNEJTIydGllbmRhLWFsZm9uc28tbW9yYSUyMiUzRVRJRU5EQSUzQyUyRmElM0UlM0MlMkZsaSUzRSUwQSUyMCUwOSUzQ2xpJTNFJTNDYSUyMGhyZWYlM0QlMjJnYWxlcmlhLWFsZm9uc28tbW9yYSUyMiUzRUdBTEVSJUMzJThEQSUzQyUyRmElM0UlM0MlMkZsaSUzRSUwQSUyMCUwOSUzQ2xpJTNFJTNDYSUyMGhyZWYlM0QlMjJjb250cmF0YWNpb24tYWxmb25zby1tb3JhJTIyJTNFQ09OVFJBVEFDSSVDMyU5M04lM0MlMkZhJTNFJTNDJTJGbGklM0UlMEElM0MlMkZ1bCUzRQ==[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][/vc_section][vc_row][vc_column][vc_tta_pageable no_fill_content_area=»1″ active_section=»1″ pagination_color=»black» tab_position=»top»][vc_tta_section title=»1.- Libélula incrédula» tab_id=»1620374957119-092cc4e5-45b7″][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/6wmxAgiZb2nimAOM44gs2i?si=f014347313654892[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Libélula incrédula
A ras de suelo una libélula incrédula
un mal actor en esta tragicomedia
el adiós que susurró tu voz trémula
un laberinto de espejos de feria
el garabato que Mario me pinta con muy poca tinta
yo soy un gato que ya ha malgastado seis de siete vidas
la canción que apenas recuerdas
la rota guitarra sin cuerdas.
La tristeza huele a ti
yo apesto a melancolía
no sé cómo te perdí
si algún día fuiste mía
No, no lo dudes, no, sigo aquí
aunque ya no te lo diga
sólo intento ser feliz
tal vez hoy no lo consiga
Los días pasan y aún soy en la colmena
una libélula buscando su estanque
el reloj de movedizas arenas
de tiempo dice que aún me queda bastante
al diccionario le faltan palabras como abracadabra
al escenario le sobra el rosario de no verte nada
por favor que llegue el invierno
este otoño se me antoja eterno.
La tristeza huele a ti…
De recuerdos sobrevive el corazón
si acabo solo solo, si acabo solo no te asombres.
La tristeza huele a ti…
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»2.- Érase otra vez» tab_id=»1620374957130-3bbef56c-50b0″][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/1bdxvPhUH2kCmqoUNHnmAL?si=0977c25ce841409e[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Érase otra vez
Tres cerditos en la barra desnudaban con miradas
a mi loba desafiante.
Pues la ausencia envenenada de una boca de manzana
cada noche es un guisante.
Síndrome de Cenicienta: eran las once y cuarenta
cuando pensaste en largarte.
Este soldadito plomo te dijo aún no sé ni cómo
“en casita hay chocolate”.
Eras tan bella y durmiente
que el sastrecillo valiente no te tocó ni un botón
y el gato no se puso las botas
aunque hoy nota en cada nota tu calor.
Colorín, colorado me he puesto
al darme cuenta que nunca jamás pasó
Yo que sigo viviendo del cuento…
Érase otra vez tu recuerdo escrito en mi corazón.
Las baldosas amarillas me han venido de perilla
pa’ arrastrarte hasta mi cama.
Dicen que haces maravillas cuando llegan a tu orilla.
Sirenita hay quién te llama.
Al besar tu cuello cisne al patito feo pusiste
como pinocho engañando.
Tú, mi ratita presumida dijiste vuelvo enseguida
caminando hacia el lavabo.
Eras tan bella y durmiente…
Entre copas, besos, calos,
Me crecieron siete enanos
Mi bendita Blancanieves
Y te quedaste dormida
junto a esta rana indecisa
que no sabe ni quién eres.
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»3.- Vestido de abril» tab_id=»1620375710408-c4e964da-6f10″][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/3lQdnNyEXRolF7rT6YkP73?si=8820c6cd104f4c04[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Vestido de abril
El televisor aún sigue ladrando,
el café tan amargo como el despertar.
Rodeado de gente y tan sólo… tan solo.
El metro me engulle, cuesta respirar.
La vida me puede a pesar del empeño
de loco Quijote que suelo emplear
en cerrar los ojos y ver claro el sueño,
en cerrar los ojos a la realidad
que a veces me mata y otras me hiere
y siempre me arrastra allá donde quiere,
en la que no basta dejarse llevar.
Espiga de trigo, lápiz y pincel,
sonrisa de niño, barco de papel,
tu voz mi principio, mi boca en tu fin,
frágil, pequeño…
Rutina contigo cobarde corcel
cabalgo el camino perdiendo la fe,
hastiado y cansino eterno aprendiz,
frágil, pequeño…
vestido de abril.
Penúltima copa después del trabajo,
penúltimo beso a tabaco y carmín,
penúltima gota cayendo despacio,
mojando a mi paso el sucio adoquín.
En casa me empapo de absurdo lamento,
las cuatro paredes que caen sobre mí
me ahogan y a veces mi niña te miento
y juro diciendo que yo soy feliz
y a veces, las menos, la vida me embriaga
y entonces me quiero aunque pronto se apaga
la luz en mi gesto y vuelo a ser gris.
Espiga de trigo…
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»4.- Sólo si estoy solo» tab_id=»1620375730316-a8c2d617-f0dc»][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/747GlZLpqOQ8ho76OUvtkd?si=2cb5d73c67c740b4[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Sólo si estoy solo
Te veo a diario y nunca nos vemos
a veces bebo de más, siempre cuando te echo de menos
escribo canciones que no canta nadie
pienso que llega el final, el escenario se me hace grande.
Y si lo mereces reclama mi mano
y si lo mereces mi amor, me jugaré a los chinos si canto
Y sólo cantando
mi boca evita tu boca de miel
y sólo soñando
mitigo el miedo a no volverte a ver
Antes me abrazabas en cualquier esquina
yo me dejaba llevar, tu sacabas del costado mi espina,
hoy casi nunca nos vemos a solas
me digo que es a mejor, si tú eres más feliz que me jodan.
Y si te apetece dilo y lo dejamos
pero no digas adiós, di sólo hasta luego muchacho.
Y sólo cantando
mi boca evita tu boca de miel
y sólo soñando
mitigo el miedo a no volverte a ver
y sólo si estoy solo tus caderas son un lastre,
la ansiedad hoy corta el aire, la tristeza es como un baile solo.
Y sólo cantando
mi boca evita tu boca de miel
y sólo soñando
mitigo el miedo a no volverte a ver
Y sólo tu abrazo
me sacia en vida la maldita sed
de un mundo extraño
donde no sé si debo amanecer.
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»5.- Compás de silencio» tab_id=»1620375759309-f60564c3-827d»][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/77lcbu0PkOM6bmAJWS6SC0?si=e8698de215664aea[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Compás de silencio
Hoy que vuelvo tras mis pasos
caminito de Madrid
no me hagas mucho caso
si me olvido de mentir
y escribo que echo de menos
tu aliento sobre mi espalda,
tus roncares de sirena,
tu saliva por mi almohada.
Cuando me dices adiós hay un compás de silencio
y una segunda menor al susurrarte hasta luego.
Besos con poca pasión son mi vacuna al tormento
de oír que dices adiós con tu patética voz
dejando mi alma en los huesos.
Cuando me dices adiós recuerdo porqué te quiero.
Cuando me dices adiós yo también siento que muero.
Hoy que tengo muy presente
tu nostalgia en mi canción
te suplico que ahora intentes
no decirme más adiós.
Dime mejor hasta luego
una mentira piadosa
que nos sirva de consuelo
si a veces te sientes sola.
Cuando me dices adiós hay un compás de silencio…
Cuando me dices adiós enterraría mis sueños
pues no hay ninguna estación como tu boca o tus senos.
Cuando me dices adiós me quedo en fuera de juego.
Cuando me dices adiós con tu patética voz
me pillaría un buen ciego.
Esta maldita canción es un mi vida lo siento.
Cuando me dices adiós me siento frágil, pequeño.
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»6.- Voz de otoño» tab_id=»1620375778208-15cdb426-d511″][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/4AtFXDydYXGxYCrDjqk05q?si=85de391e56634275[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Tu voz de otoño
Escucharé tu voz de otoño en la escalera
y me marcharé sin haber hecho las maletas
y pintaré con los colores de la primavera
tu estrella como si fuese la primera vez.
Sabes bien que no tengo horarios
y no sé cumplir promesas.
No arranqué las hojas de tu calendario,
apúntalas en mi cuenta.
Ven, salta sin red
déjame ver lo que hay debajo de tu piel,
quiero entender qué diablos temes perder.
Escucharé tu voz de otoño en la escalera
y me marcharé sin haber hecho las maletas
y pintaré con los colores de la primavera
tu estrella como si fuese la primera vez.
Sé también que andas de mudanza
y has puesto tu alma en venta,
ayer mismo en una subasta
pujé el corazón por ella.
Sé que he de caer
para poder rozar tus labios de papel
desnúdate y deja atrás el ayer.
Escucharé tu voz de otoño…
No hay recuerdos desterrados,
canciones que no me hablen de ti,
no puede ser pecado ser feliz.
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»7.- Luz» tab_id=»1620375792676-197755a5-741a»][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/2a9lcgE32BAwdUJ8sfEQ3M?si=8aa9e1f0923f47ba[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Luz
Luz tras la mirilla te acompaña al ascensor
y escucha atenta al otro lado del tabique.
Espera inquieta sentadita en su salón
que la Campos le explique la última de Ubrique.
Luz endulza meses del calendario
a base de caramelos de miel.
Se pasa el día echándole a gente mal fario
o con la oreja puesta en la pared.
Luz de carcoma y soledad, periquitos, Don Simón,
coplas, faja y orinal.
Luz se enfunda en un vestido de novia carcomido
que heredó de su mamá.
Luz cumple y escupe sesenta y un tacos
mientras mira en el espejo una vieja de blanco
que olvidó decir te quiero aprendiendo a blasfemar
Y rompe en un llanto silencio y espejo
se hace un corte en una mano al recoger del suelo
los pedazos de su alma que han caído al llorar.
Luz sabe de caricias, hubo un tiempo en que su piel
era carnaza para lobos disfrazados
de corderitos que cantándole un je t’aime
se saciaron jugando, luz muñeca de trapo.
Luz talmente es la tieta del nano
con besos en la frente de Joaquín,
no es de extrañar entonces que su propio hermano
olvide que nació hoy trece de abril.
Luz de rosario, de ajo y sal, tarde de bingo y alcanfor,
Concha Piquer y dios dirá.
Luz esconde su vestido dentro del mueble de pino
y en pelotas echa a andar.
Desnuda camina en medio la plaza
yo la miro desde un banco, imagino que danza.
Imagino que hoy el viento la ha sacado a bailar.
Un par de “munipas” se acercan sonrientes
Luz le come a uno la boca, el otro la detiene
y en ese preciso instante Luz es oscuridad.
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»8.- Dejarse llorar» tab_id=»1620375805164-4a25a1aa-6903″][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/7gJpnEoa0u6hJ9ij77EGdU?si=a47316f1668341b2[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Dejarse llorar
Un pañuelo de hojarasca sirvió para sublimar el llanto
de esta Barcelona que se encogió al verte volar en barco.
Naufragaste en un pisito en Madrid con tu mapa del tesoro.
Lavapiés no sé si está hecho pa’ ti, bendita ricitos de oro.
Qué fácil te resulta dejarse llorar
por las calles bajo el temporal.
Cogidas de la mano tú y tu soledad
paseando hacia ningún lugar.
Baldosas de hielo, café solo, sólo el cielo por sombrero,
caminando el alma inmóvil, hoy el móvil se te ha muerto,
nadie llama, nadie te ama o eso piensas o eso creo
y aún te queda un largo trecho, aún queda lejos aquel puerto…
aquel puerto de tus sueños.
Secretaria por el día y gogó cada gris fin de semana,
desollaron tu tierno corazón en un casting para fama.
Aunque no desfalleciste jamás, más que actriz vas para santa.
Como un niño aprendiendo a gatear: caes y luego te levantas.
Qué fácil me resulta imaginar tu voz
antes de que empiece la función.
Eres tan de cine que otros como yo
no se atrevieron a tentar tu amor.
Baldosas de hielo…
Farolas de fuego, ron y cola, coladero hacia el infierno
de los besos que no damos ni daremos, te propongo hacer un trío
contigo y tu soledad, menage a true pues de las dos
aún no sé cual me pone más o pone menos…
si tú no quieres lo entiendo, dame su número al menos.
Aquel puerto de tus sueños
donde si quieres te espero
para abordarte con besos
y echar el ancla en tu cuerpo
y así amarrarnos sin miedo
en el puerto de mis sueños.
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»9.- Clavo ardiendo» tab_id=»1620375825153-93279238-c5e3″][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/7DaEup6aIOIw7Dkkx0H2rB?si=3b787b08395a4233[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Clavo ardiendo
Me despedí de mí, me contesté hasta nunca,
me vi marchar, me dije adiós en el andén de la amargura.
Llegaba tarde el tren con dirección la luna,
me daba igual pues mi reloj no tuvo cuerda ni cordura.
Iba sin maletas
sólo un hatillo cargado de recuerdos y ansiedad,
tres o cuatro pesetas
en el bolsillo y un corazón que no hace ni tic tac.
Escoger si pedirme perdón o salir corriendo
empapado en dolor en el sucio vagón
no encontré ni un clavo ardiendo.
Me desnudé la voz, me miré con ternura
oí silbar por fin el tren en la estación de la locura.
Me perdoné al partir por haber sido puta
el antifaz se me escurrió y me lloré buscando cura.
Iba sin maletas
sólo un hatillo cargado de recuerdos y ansiedad,
tres o cuatro pesetas
en el bolsillo y un corazón que no hace ni tic tac.
Escoger si pedirme perdón o salir corriendo
empapado en dolor en el sucio vagón
no encontré ni un clavo ardiendo.
Escoger si cantar mi canción o vivir del cuento
ni mejor ni peor
simplemente ser yo
sin morir en el intento.
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»10.- A santo de qué» tab_id=»1620375840196-f8888fa3-494c»][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/209HFmbr61rZb1x8Rym8Ff?si=6fdf23fbbf184e94[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
A santo de qué
A santo de qué de uvas a peras
me das tu manzana si no soy Adán.
A santo de qué ya nunca me esperas
y lloras a solas y a solas te vas.
A santo de qué afilo mi pluma
si luego cobarde te escribo hacia atrás,
bien sabes mi niña que soy una tumba,
mis penas me como para merendar.
A santo de qué santos cojones
me dejo la vida por tus rincones,
a santo de qué, a santo de na.
Hoy le puse una vela a Judas
pidiendo que andes casi siempre desnuda
hoy te beso para no rezar
sin ti el rosario de la aurora
a ostias comulgando al amar
en la cruz de tu boca.
A santo de qué pasado mañana
te irías con otro a tomar café
y si ya lo has hecho mejor te lo callas
la verdad desnuda me eriza la piel.
A santo de qué debo maldecirte
si tan sólo intentas ser algo feliz,
a santo de qué debiera morirme
cuando tres cubatas me alejan de ti.
A santo de qué hoy vuelvo a perderte
si siempre te tengo apenas sin verte
a santo de qué, a santo de na.
Hoy le puse…
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»11.- Deja que te cuente» tab_id=»1620375852637-4343dc1a-2607″][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/2K0lwNH4w7JoPpsQEyYEDk?si=4414513081184669[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Deja que te cuente
Deja niña que te cuente que me cuesta sonreír.
Nadando a contracorriente lo normal será sufrir.
Te invito, a temblar conmigo:
yo te miro, tú tirita.
Salta de una vez al río,
no te quedes en la orilla.
Deje padre que le cuente que en la cima me perdí.
Cuando me arañó la gente intenté sobrevivir.
El viento, mi cigarrillo
se fumó sin darme cuenta
y fui de nuevo un chiquillo,
padre espero que me entienda.
Deje padre que le cuente que no sé cómo vivir…
Ingenuo como una paloma posada en un cable de alta tensión.
Paciente como aquel anciano que espera tranquilo decirnos adiós.
Tan vivo como el reflejo que vi en tus pupilas cuando te besé…
te besé, te besé.
No sé dónde voy, me importa poco
Si ves que sonrío no ando loco
No sé cómo de tu boca como
si de ella palmo a un palmo
Deja Mario que te cuente que no es fácil descubrir
si te quieren o no quieren, no será fácil vivir.
Me explico: sólo sé tú mismo,
no te escuches ni a tu padre,
mira sin miedo al abismo,
jamás vi caer a un cobarde.
Fuerte como el mar que nunca descansa y golpea sin miedo a fallar.
Libre como la primera gotita cayendo ante la tempestad.
Cierto como que me muero si camino lejos de tu blanca piel…
de tu piel, de tu piel.
No sé dónde voy, me importa poco…
[/vc_column_text][/vc_tta_section][vc_tta_section title=»12.- Con los pies en el cielo» tab_id=»1620377773858-b60c6cd5-e70e»][vc_wp_text]https://open.spotify.com/track/6YIv06XQfv0ldz8a1aAOX0?si=84a51cb0cb7b4873[/vc_wp_text][vc_column_text text_larger=»no»]
Con los pies en el cielo
Suelo pelear, suelo ver mi vida sin vacilar
el alma medio llena, la cartera medio vacía.
Para lo demás algo de miopía gané al mirar
por eso hoy llevo gafas de cristal de melancolía.
Suelo ofrecer la otra mejilla luego,
suelo desear en canciones todo lo que no tengo.
Suelo arrastrar el ego por el suelo,
suelo llorar sólo a solas, yo también tengo miedo.
Suelo tocar con los pies en el cielo
cuando tu boca me dice querer quererte quiero.
Yo suelo abusar de los amigos que hice al caminar,
de copas en exceso, de callarme si desafinas.
Yo suelo acabar pidiendo perdón antes de errar,
abriéndote mis puertas sin juzgarte por la mirilla.
Suelo saltar, de vez en cuando vuelo
sobre una nube de asfalto deseándote de lejos.
Suelo arrastrar el ego por el suelo,
suelo llorar sólo a solas, yo también tengo miedo.
Suelo tocar con los pies en el cielo
cuando tu boca me dice querer quererte quiero.
Suelo rezar al Cristo del bareto
si vuelvo taja hasta casa y no me echas los perros.
Suelo mentir piadosamente creo,
suelo mojar en la cama cuando te pierdo en sueños.
Suelo arrastrar…
[/vc_column_text][/vc_tta_section][/vc_tta_pageable][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1553525122710{padding-top: 6vh !important;padding-bottom: 4vh !important;background-image: url(https://www.laprodu.es/wp-content/uploads/2021/04/camping-footer-bg.jpg) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}» woodmart_parallax=»0″ woodmart_gradient_switch=»no» row_reverse_mobile=»0″ row_reverse_tablet=»0″ woodmart_disable_overflow=»0″ mobile_bg_img_hidden=»no» tablet_bg_img_hidden=»no»][vc_column woodmart_color_scheme=»light» woodmart_text_align=»center» css=».vc_custom_1622029492137{padding-top: 0px !important;}» woodmart_parallax=»0″ parallax_scroll=»no» woodmart_sticky_column=»false» mobile_bg_img_hidden=»no» tablet_bg_img_hidden=»no» mobile_reset_margin=»no» tablet_reset_margin=»no»][vc_raw_html css=».vc_custom_1622029504227{margin-bottom: 20px !important;margin-left: 50px !important;}»]JTVCRElTUExBWV9VTFRJTUFURV9QTFVTJTVE[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row]